Ruta de 3 días por los lugares más visitados de la Costa Brava
La Costa Brava de Gerona es una tentadora mezcla de calas de aguas azules intensas, playas de arena dorada, parques naturales y encantadores pueblos medievales. Si anhelas la brisa del mar, la Costa Brava te ofrece más de 200 kilómetros de costa, con playas galardonadas con la Bandera Azul y encantadoras localidades turísticas como Cadaqués.
Además de sus magníficas playas, la Costa Brava ofrece paisajes naturales que te ayudarán a desconectar del estrés diario. Con tres parques naturales: Cap de Creus, Els Aiguamolls de l´Empordà y El Montgrí, las Illes Medes y el Baix Ter, tendrás la oportunidad de explorar entornos naturales únicos. En definitiva, la Costa Brava siempre es una elección acertada para unas vacaciones inolvidables.
Día 1: Gerona
Gerona, una joya histórica con más de 2000 años de antigüedad, cautiva a sus visitantes con su fascinante combinación de arquitectura romana, calles adoquinadas y monumentos emblemáticos. Entre loslugares imprescindibles para visitar se encuentran las Casas del Onyar, con sus coloridas fachadas que se reflejan en las aguas del río Oñar, ofreciendo una vista espectacular desde el Puente de Piedra.
La majestuosa Catedral, con su impresionante escalera barroca y su museo que alberga el tapiz románico de la Creación, es otro punto destacado. El barrio judío El Call, mejor conservado de Europa, y los Baños Árabes, una joya arquitectónica del siglo XII inspirada en las termas romanas y musulmanas, también merecen una visita.
Además, el Monasterio de Sant Pere de Galligans, con su claustro románico y el Museo de Arqueología de Cataluña, ofrece una experiencia cultural enriquecedora. La Muralla, que rodea la ciudad y ofrece vistas panorámicas impresionantes, y la Pujada de Sant Domènec, una calle escalonada que muestra la belleza arquitectónica de la ciudad, son otros lugares fascinantes para explorar.
Por último, la Rambla de la Llibertat invita a pasear por sus soportales medievales y disfrutar de la atmósfera animada de esta calle comercial. En resumen, Gerona es una ciudad llena de historia, cultura y belleza que cautiva a sus visitantes con su encanto único y sus numerosos lugares de interés.
Día 2: Catellfollit de la Roca y Besalú
Ubicado entre los ríos Fluviá y Toronell, Castellfollit de la Roca se erige majestuosamente sobre una impresionante pared basáltica, convirtiéndose en uno de los pueblos más pintorescos de Cataluña. Su casco antiguo, de origen medieval, ofrece un laberinto de plazas y calles estrechas que invitan a perderse entre su encanto sombrío. Desde la plaza-mirador Josep Pla, en el borde del precipicio, se puede disfrutar de una vista panorámica impresionante de la región.
La iglesia de Sant Salvador, datada en el siglo XIII, y el campanario de Sant Roc son solo algunas de las joyas arquitectónicas que adornan este pueblo histórico. Sin embargo, la verdadera belleza de Castellfollit reside en su entorno natural, enmarcado por el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa, un área protegida de gran valor paisajístico. Además, una excursión hasta el Santuario del Cós ofrece otra perspectiva de la riqueza cultural y natural de este encantador pueblo catalán.
Besalú deslumbra con su puente medieval de piedra. Construido en el siglo XII y restaurado tras la guerra civil española, este puente de 150 metros de longitud y 7 arcos es un verdadero tesoro histórico. Además, fue elegido como escenario para la serie «Juego de Tronos». Recorrer el barrio judío, testigo de la convivencia entre judíos y cristianos hasta su expulsión en 1492, es una oportunidad de oro para conocer la historia de la comunidad. Aquí se encuentran los baños judíos, únicos en España y datados en el siglo XII.
En la parte sur del casco antiguo, se encuentran los restos del antiguo molino de harina, testigo del aprovechamiento del agua del arroyo. Y antes de despedirse de Besalú, la visita a la iglesia de San Vicente es imprescindible, un templo románico del siglo XII que guarda historias de reliquias y tumbas.
Día 3: Cadaqués
Cadaqués, un icono de la Costa Brava, cautiva con sus calas turquesas y casas blancas. Famoso por su encanto bohemio y su legado artístico, el recorrido comienza con la Casa-museo de Salvador Dalí en Portlligat, una visita imprescindible que muestra la vida del artista. El casco antiguo, con sus calles empedradas y casas encaladas, revela la esencia mediterránea del pueblo. La iglesia de Santa María, con su majestuoso retablo barroco, ofrece vistas panorámicas de la bahía.
En la playa Grande, se encuentra la estatua de Dalí. También se honra a otros personajes como Federico García Lorca y Lidia de Cadaqués, una figura local inspiradora. Las casas modernistas e indianas en las ribas y la Plaça del Passeig son testigos del retorno de los «indianos» con su fortuna de América. Cadaqués, con su riqueza cultural e histórica, es mucho más que un destino turístico: es un lugar donde el arte y la tradición se entrelazan en un paisaje único.
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